Las escalas neurológicas nos permiten detectar empeoramientos o mejorías de los déficit en las funciones neurológicas básicas, se deben aplicar de forma sistemática al ingreso y en intervalos establecidos. La más conocida para la valoración de pacientes en estupor o coma es la Escala de Coma de Glasgow, aunque se diseñó inicialmente para el TCE y no para el ictus. Entre las escalas neurológicas específicas para el ictus la mas difundida en nuestro medio es la NIH Stroke Scale y la Escala Neurológica Canadiense.
Las escalas funcionales tratan de medir lo que los pacientes son capaces de realizar en la vida diaria para compararlo con lo que podían o podrín hacer. En estas escalas puntúan funciones básicas de cuidado personal y relación con el entorno, intentan medir por tanto autonomía personal. Debería de consignarse su puntuación al ingreso, valoración previa al ictus, al alta y en el seguimiento. Existen escalas funcionales que valoran actividades de la vida diaria como el Índice de Barthel, de Katz etc.
Las escalas de evolución global valoran las minusvalías, la mas aplicada es la de Rankin; otras son la escala de evolución de Glasgow y la de handicap de Oxford. CerrarLa NIHSS es la escala más empleada para la valoración de funciones neurológicas básicas en la fase aguda del ictus isquémico, tanto al inicio como durante su evolución. Está constituida por 11 ítems que permiten explorar de forma rápida: funciones corticales, pares craneales superiores, función motora, sensibilidad, coordinación y lenguaje. Nos permite detectar f�cilmente mejoría o empeoramiento neurológico (aumento de al menos 4 puntos respecto al estado basal). Seg�n la puntuación obtenida podemos clasificar la gravedad neurológica en varios grupos: 0: sin déficit; 1: déficit mínimo; 2-5: leve; 6-15: moderado; 15-20: déficit importante; > 20: grave (Montaner 2006). La puntuación global inicial tiene buen valor pronóstico (Heinemman 1997), considerando que un NIHSS ≤ 6 se corresponde con una excelente recuperación neurológica y cada incremento en un punto empeoraría la evolución (Adams 1999). Pacientes con fibrilación auricular, una NIHSS ≥16 ya se considera de muy mal pronóstico (Frankel 2000). Otra de las ventajas de esta escala es que predice la respuesta al tratamiento trombol�tico, y seg�n la puntuación, que estima la gravedad del ictus, se recomienda o no la administración del tratamiento (recomendado en rango NIHSS 4-25). Algunas limitaciones que presenta esta escala son que los infartos en el territorio de la ACM izquierda puntúan más alto que los del lado derecho, ya que hay mayor afectación de funciones corticales; además no permite buena valoración en los ictus vertebrobasilares (Linfante 2001).
Escala modificada mNIHSS Se han eliminado elementos redundantes del NIHSS, resultando en una escala cl�nica más equilibrada, fiable y reproducible-En la NIHSS, 7 de 42 puntos se relacionan con la función del lenguaje, mientras que s�lo 2 de los 42 puntos son atribuidos a negligencia funciones. Por lo tanto, el sesgo de lateralización puede ser minimizado-. En el mNIHSS no se puntua el nivel de conciencia, par�lisis facial, ataxia y disartria. La evaluacion de la sensibilidad se ha simplificado debido a su escasa fiabilidad. El mNIHSS muestra una mayor fiabilidad en m�ltiples contextos, estudio de cohortes -incluyendo resultados extra�dos de registros-, cuando se utiliza en telemedicina, y en los ensayos cl�nicos. Otra de las ventajas es su mejor consistencia en la evaluación de cambios diarios en paciente con ictus.
Procedimiento: Las puntuaciones se obtiene mediante la observación directa, auto-informe, o las respuestas de la familia / amigos. Las puntuaciones basadas en las �ltimas 48 horas son las preferidas.
Evalúa la capacidad funcional para las actividades basales de la vida diaria (ABVD), valorando 10 �reas: alimentación, bañoo, aseo personal, vestirse, control de esf�nteres anal y vesical, manejo del inodoro, desplazamiento silla/cama, deambulación, subir y bajar escaleras). Se puntúa de 0 (total dependencia) a 100 (total independencia). Como punto de corte se ha establecido el 60 (Cid-Ruzafa 2007) por encima del cual ya se considera independencia para ABVD.
El �ndice de Barthel (IB) fue introducido por Mahoney y Barthel en 1965, y ahora es ampliamente utilizado en la rehabilitación. Fue desarrollado inicialmente para medir la capacidad funcional antes y después del tratamiento y para evaluar la cantidad de cuidados de enfermería necesarios. Inicialmente fue diseñado para usarse con pacientes de larga estancia hospitalizado con problemas neuromusculares o musculoesquel�ticas. Posteriormente, ha sido utilizado y aplicado para evaluar los resultados del tratamiento. Es muy popular, y es una de las pruebas más antiguas y más ampliamente utilizado.
Barthel-20 modificado fue introducido por Collin en 1988,
Esta escala da una puntuación m�xima de 20. La puntuación es simple, con calificaciones que van de 0 a 3 para cada actividad. Dependiendo de la puntuación, el paciente se encuadra dentro de amplias categorías arbitrarias de discapacidad (por ejemplo, una puntuación de < 4 indica una dependencia total y una cuenta de < 12 indica dependencia).
Mahoney FI, Barthel DW. Functional evaluation: the Barthel Index. Md State Med J. 1965; 14: 61–5
Shah S. Modified Barthel Index or Barthel Index (Expanded) In: Salek S, editor. Compendium of quality of life instruments Part II. Chichester: Wiley & Sons; 1998.
CerrarReferencias
Cote, R, Hachinski, VC, Shurvell, BL, Norris, JW, & Wolfson, C. (1986). The Canadian Neurological Scale: A preliminary study in acute stroke. Stroke, 17(4), 731-737
Cote R, et al. The Canadian Neurological Scale: Validation and reliability assessment. Neurology 1989; 39:638-643
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